La incidencia en España no es precisa, sin embargo, se estima que existen unos 150-250 casos de enfermedad cerebrovascular por cada 100.000 habitantes/año. El número crece si hablamos de población superior a 75 años.
Una mayor visibilización y concienciación tanto de profesionales como de instituciones han conseguido reducir de manera muy importante tanto la mortalidad como las secuelas que puede ocasionar un ictus. Mayor conocimiento de la fisiopatología, implantación del código ictus tratamiento de reperfusión y el tratamiento preventivo y de rehabilitación son los culpables de que cada vez se atienda mejor desde todos los ámbitos profesionales este tipo de enfermedad.
Según define el observatorio del ictus: “Uno de cada seis españoles va a sufrir un ictus a lo largo de su vida, pero, a pesar de la alta frecuencia de este episodio muchas personas aún no saben qué es y cuáles son sus causas. El ictus son un conjunto de enfermedades que afectan a los vasos sanguíneos que suministran la sangre al cerebro. Este grupo de patologías, conocidas popularmente como embolias, también se denominan accidentes cerebrovasculares (ACV) y se manifiestan súbitamente. El ictus es el equivalente a un infarto de corazón, pero en el cerebro.”
- El tratamiento en estos casos, tras el ictus, como en la mayoría de dificultades o problemáticas, debe ser multidisciplinar. Desde la fisioterapia nos encargamos de la rehabilitación a nivel física. Según el alcance del ictus y las zonas que hayan sido dañadas a nivel cerebral, la afectación física se manifestará de una u otra manera. Pérdida de fuerza en determinadas partes del cuerpo, parálisis facial, pérdida de sensibilidad… son algunos de las secuelas que pueden quedar en estos casos. Nuestro objetivo, es conseguir que el paciente adquiera la mayor autonomía posible, ganando en calidad de vida y permitiéndole en la medida de lo posible, retomar su cotidianidad.
- En la mayoría de los casos, no basta únicamente con un tratamiento médico o fisioterapéutico, probablemente necesitaremos realizar estimulación a nivel cognitivo, así como terapia psicológica que dote de apoyo emocional al paciente en este difícil proceso.
Es importante comenzar con el tratamiento fisioterapéutico lo más pronto posible para frenar el impacto que haya podido causar el ictus en nuestro cuerpo a nivel físico.
En nuestro centro, a lo largo de nuestros años de experiencia, hemos podido ver como pacientes que han padecido esta enfermedad se recuperan, consiguiendo objetivos que nunca pensaban poder lograr, con su mejor herramienta, la ACTITUD. La actitud de esfuerzo y superación.
La incidencia en España no es precisa, sin embargo, se estima que existen unos 150-250 casos de enfermedad cerebrovascular por cada 100.000 habitantes/año. El número crece si hablamos de población superior a 75 años.
Una mayor visibilización y concienciación tanto de profesionales como de instituciones han conseguido reducir de manera muy importante tanto la mortalidad como las secuelas que puede ocasionar un ictus. Mayor conocimiento de la fisiopatología, implantación del código ictus tratamiento de reperfusión y el tratamiento preventivo y de rehabilitación son los culpables de que cada vez se atienda mejor desde todos los ámbitos profesionales este tipo de enfermedad.
Según define el observatorio del ictus: “Uno de cada seis españoles va a sufrir un ictus a lo largo de su vida, pero, a pesar de la alta frecuencia de este episodio muchas personas aún no saben qué es y cuáles son sus causas. El ictus son un conjunto de enfermedades que afectan a los vasos sanguíneos que suministran la sangre al cerebro. Este grupo de patologías, conocidas popularmente como embolias, también se denominan accidentes cerebrovasculares (ACV) y se manifiestan súbitamente. El ictus es el equivalente a un infarto de corazón, pero en el cerebro.”
- El tratamiento en estos casos, tras el ictus, como en la mayoría de dificultades o problemáticas, debe ser multidisciplinar. Desde la fisioterapia nos encargamos de la rehabilitación a nivel física. Según el alcance del ictus y las zonas que hayan sido dañadas a nivel cerebral, la afectación física se manifestará de una u otra manera. Pérdida de fuerza en determinadas partes del cuerpo, parálisis facial, pérdida de sensibilidad… son algunos de las secuelas que pueden quedar en estos casos. Nuestro objetivo, es conseguir que el paciente adquiera la mayor autonomía posible, ganando en calidad de vida y permitiéndole en la medida de lo posible, retomar su cotidianidad.
- En la mayoría de los casos, no basta únicamente con un tratamiento médico o fisioterapéutico, probablemente necesitaremos realizar estimulación a nivel cognitivo, así como terapia psicológica que dote de apoyo emocional al paciente en este difícil proceso.
Es importante comenzar con el tratamiento fisioterapéutico lo más pronto posible para frenar el impacto que haya podido causar el ictus en nuestro cuerpo a nivel físico.
En nuestro centro, a lo largo de nuestros años de experiencia, hemos podido ver como pacientes que han padecido esta enfermedad se recuperan, consiguiendo objetivos que nunca pensaban poder lograr, con su mejor herramienta, la ACTITUD. La actitud de esfuerzo y superación.
La incidencia en España no es precisa, sin embargo, se estima que existen unos 150-250 casos de enfermedad cerebrovascular por cada 100.000 habitantes/año. El número crece si hablamos de población superior a 75 años.
Una mayor visibilización y concienciación tanto de profesionales como de instituciones han conseguido reducir de manera muy importante tanto la mortalidad como las secuelas que puede ocasionar un ictus. Mayor conocimiento de la fisiopatología, implantación del código ictus tratamiento de reperfusión y el tratamiento preventivo y de rehabilitación son los culpables de que cada vez se atienda mejor desde todos los ámbitos profesionales este tipo de enfermedad.
Según define el observatorio del ictus: “Uno de cada seis españoles va a sufrir un ictus a lo largo de su vida, pero, a pesar de la alta frecuencia de este episodio muchas personas aún no saben qué es y cuáles son sus causas. El ictus son un conjunto de enfermedades que afectan a los vasos sanguíneos que suministran la sangre al cerebro. Este grupo de patologías, conocidas popularmente como embolias, también se denominan accidentes cerebrovasculares (ACV) y se manifiestan súbitamente. El ictus es el equivalente a un infarto de corazón, pero en el cerebro.”
- El tratamiento en estos casos, tras el ictus, como en la mayoría de dificultades o problemáticas, debe ser multidisciplinar. Desde la fisioterapia nos encargamos de la rehabilitación a nivel física. Según el alcance del ictus y las zonas que hayan sido dañadas a nivel cerebral, la afectación física se manifestará de una u otra manera. Pérdida de fuerza en determinadas partes del cuerpo, parálisis facial, pérdida de sensibilidad… son algunos de las secuelas que pueden quedar en estos casos. Nuestro objetivo, es conseguir que el paciente adquiera la mayor autonomía posible, ganando en calidad de vida y permitiéndole en la medida de lo posible, retomar su cotidianidad.
- En la mayoría de los casos, no basta únicamente con un tratamiento médico o fisioterapéutico, probablemente necesitaremos realizar estimulación a nivel cognitivo, así como terapia psicológica que dote de apoyo emocional al paciente en este difícil proceso.
Es importante comenzar con el tratamiento fisioterapéutico lo más pronto posible para frenar el impacto que haya podido causar el ictus en nuestro cuerpo a nivel físico.
En nuestro centro, a lo largo de nuestros años de experiencia, hemos podido ver como pacientes que han padecido esta enfermedad se recuperan, consiguiendo objetivos que nunca pensaban poder lograr, con su mejor herramienta, la ACTITUD. La actitud de esfuerzo y superación.
La incidencia en España no es precisa, sin embargo, se estima que existen unos 150-250 casos de enfermedad cerebrovascular por cada 100.000 habitantes/año. El número crece si hablamos de población superior a 75 años.
Una mayor visibilización y concienciación tanto de profesionales como de instituciones han conseguido reducir de manera muy importante tanto la mortalidad como las secuelas que puede ocasionar un ictus. Mayor conocimiento de la fisiopatología, implantación del código ictus tratamiento de reperfusión y el tratamiento preventivo y de rehabilitación son los culpables de que cada vez se atienda mejor desde todos los ámbitos profesionales este tipo de enfermedad.
Según define el observatorio del ictus: “Uno de cada seis españoles va a sufrir un ictus a lo largo de su vida, pero, a pesar de la alta frecuencia de este episodio muchas personas aún no saben qué es y cuáles son sus causas. El ictus son un conjunto de enfermedades que afectan a los vasos sanguíneos que suministran la sangre al cerebro. Este grupo de patologías, conocidas popularmente como embolias, también se denominan accidentes cerebrovasculares (ACV) y se manifiestan súbitamente. El ictus es el equivalente a un infarto de corazón, pero en el cerebro.”
- El tratamiento en estos casos, tras el ictus, como en la mayoría de dificultades o problemáticas, debe ser multidisciplinar. Desde la fisioterapia nos encargamos de la rehabilitación a nivel física. Según el alcance del ictus y las zonas que hayan sido dañadas a nivel cerebral, la afectación física se manifestará de una u otra manera. Pérdida de fuerza en determinadas partes del cuerpo, parálisis facial, pérdida de sensibilidad… son algunos de las secuelas que pueden quedar en estos casos. Nuestro objetivo, es conseguir que el paciente adquiera la mayor autonomía posible, ganando en calidad de vida y permitiéndole en la medida de lo posible, retomar su cotidianidad.
- En la mayoría de los casos, no basta únicamente con un tratamiento médico o fisioterapéutico, probablemente necesitaremos realizar estimulación a nivel cognitivo, así como terapia psicológica que dote de apoyo emocional al paciente en este difícil proceso.
Es importante comenzar con el tratamiento fisioterapéutico lo más pronto posible para frenar el impacto que haya podido causar el ictus en nuestro cuerpo a nivel físico.
En nuestro centro, a lo largo de nuestros años de experiencia, hemos podido ver como pacientes que han padecido esta enfermedad se recuperan, consiguiendo objetivos que nunca pensaban poder lograr, con su mejor herramienta, la ACTITUD. La actitud de esfuerzo y superación.
La incidencia en España no es precisa, sin embargo, se estima que existen unos 150-250 casos de enfermedad cerebrovascular por cada 100.000 habitantes/año. El número crece si hablamos de población superior a 75 años.
Una mayor visibilización y concienciación tanto de profesionales como de instituciones han conseguido reducir de manera muy importante tanto la mortalidad como las secuelas que puede ocasionar un ictus. Mayor conocimiento de la fisiopatología, implantación del código ictus tratamiento de reperfusión y el tratamiento preventivo y de rehabilitación son los culpables de que cada vez se atienda mejor desde todos los ámbitos profesionales este tipo de enfermedad.
Según define el observatorio del ictus: “Uno de cada seis españoles va a sufrir un ictus a lo largo de su vida, pero, a pesar de la alta frecuencia de este episodio muchas personas aún no saben qué es y cuáles son sus causas. El ictus son un conjunto de enfermedades que afectan a los vasos sanguíneos que suministran la sangre al cerebro. Este grupo de patologías, conocidas popularmente como embolias, también se denominan accidentes cerebrovasculares (ACV) y se manifiestan súbitamente. El ictus es el equivalente a un infarto de corazón, pero en el cerebro.”
- El tratamiento en estos casos, tras el ictus, como en la mayoría de dificultades o problemáticas, debe ser multidisciplinar. Desde la fisioterapia nos encargamos de la rehabilitación a nivel física. Según el alcance del ictus y las zonas que hayan sido dañadas a nivel cerebral, la afectación física se manifestará de una u otra manera. Pérdida de fuerza en determinadas partes del cuerpo, parálisis facial, pérdida de sensibilidad… son algunos de las secuelas que pueden quedar en estos casos. Nuestro objetivo, es conseguir que el paciente adquiera la mayor autonomía posible, ganando en calidad de vida y permitiéndole en la medida de lo posible, retomar su cotidianidad.
- En la mayoría de los casos, no basta únicamente con un tratamiento médico o fisioterapéutico, probablemente necesitaremos realizar estimulación a nivel cognitivo, así como terapia psicológica que dote de apoyo emocional al paciente en este difícil proceso.
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En nuestro centro, a lo largo de nuestros años de experiencia, hemos podido ver como pacientes que han padecido esta enfermedad se recuperan, consiguiendo objetivos que nunca pensaban poder lograr, con su mejor herramienta, la ACTITUD. La actitud de esfuerzo y superación.
La incidencia en España no es precisa, sin embargo, se estima que existen unos 150-250 casos de enfermedad cerebrovascular por cada 100.000 habitantes/año. El número crece si hablamos de población superior a 75 años.
Una mayor visibilización y concienciación tanto de profesionales como de instituciones han conseguido reducir de manera muy importante tanto la mortalidad como las secuelas que puede ocasionar un ictus. Mayor conocimiento de la fisiopatología, implantación del código ictus tratamiento de reperfusión y el tratamiento preventivo y de rehabilitación son los culpables de que cada vez se atienda mejor desde todos los ámbitos profesionales este tipo de enfermedad.
Según define el observatorio del ictus: “Uno de cada seis españoles va a sufrir un ictus a lo largo de su vida, pero, a pesar de la alta frecuencia de este episodio muchas personas aún no saben qué es y cuáles son sus causas. El ictus son un conjunto de enfermedades que afectan a los vasos sanguíneos que suministran la sangre al cerebro. Este grupo de patologías, conocidas popularmente como embolias, también se denominan accidentes cerebrovasculares (ACV) y se manifiestan súbitamente. El ictus es el equivalente a un infarto de corazón, pero en el cerebro.”
- El tratamiento en estos casos, tras el ictus, como en la mayoría de dificultades o problemáticas, debe ser multidisciplinar. Desde la fisioterapia nos encargamos de la rehabilitación a nivel física. Según el alcance del ictus y las zonas que hayan sido dañadas a nivel cerebral, la afectación física se manifestará de una u otra manera. Pérdida de fuerza en determinadas partes del cuerpo, parálisis facial, pérdida de sensibilidad… son algunos de las secuelas que pueden quedar en estos casos. Nuestro objetivo, es conseguir que el paciente adquiera la mayor autonomía posible, ganando en calidad de vida y permitiéndole en la medida de lo posible, retomar su cotidianidad.
- En la mayoría de los casos, no basta únicamente con un tratamiento médico o fisioterapéutico, probablemente necesitaremos realizar estimulación a nivel cognitivo, así como terapia psicológica que dote de apoyo emocional al paciente en este difícil proceso.
Es importante comenzar con el tratamiento fisioterapéutico lo más pronto posible para frenar el impacto que haya podido causar el ictus en nuestro cuerpo a nivel físico.
En nuestro centro, a lo largo de nuestros años de experiencia, hemos podido ver como pacientes que han padecido esta enfermedad se recuperan, consiguiendo objetivos que nunca pensaban poder lograr, con su mejor herramienta, la ACTITUD. La actitud de esfuerzo y superación.