Cuando nos lesionamos o cuando nos duele algo, siempre hay alguien que nos recomienda ponernos calor y de pronto aparece otra persona que te recomienda que te pongas frío; o decidimos ponernos calor porque no nos gusta el frío, o viceversa. ¿A quién hacemos caso? ¿Estamos haciendo bien? Para poner fin a esta duda voy a explicar brevemente cuándo y cómo debemos aplicarlos.
CRIOTERAPIA– Uso general del hielo en lesiones agudas
Si tu lesión es reciente te recomendamos tres aplicaciones de diez minutos de frío. Entre cada aplicación deberán transcurrir al menos dos horas.
Al ponernos hielo estamos reduciendo la inflamación, evitando que se acumulen sustancias oxidativas e impidiendo la muerte de las células que se encuentran cerca de la lesión.
¿En qué lesiones puedo aplicar el hielo?
Ten en cuenta que sólo se puede aplicar frío durante los primeros tres días en caso de:
Sobrecargas
Rotura de fibras
Golpes
Esguinces
Luxaciones
Fracturas
Tendinitis
¿Cuándo no debo ponerme frío?
En las siguientes ocasiones no debemos aplicar el frío:
1. Después del período de inflamación aguda, es decir, después de tres días de realizar la lesión, pues retrasaríamos el tiempo y la calidad de reparación del tejido.
2. Antes de hacer ejercicio: el frío tiene un efecto sedante, y si aplicásemos frío la zona antes de entrenar quedaría anestesiada y podríamos lesionarnos sin saberlo. Al mismo tiempo, esta disminución de temperatura hace que el tejido se vuelva menos elástico y pierda fuerza.
3. Si sufres de hipersensibilidad al frío no se te ocurra utilizarlo. Existen personas alérgicas al frío, que llegan a tener reacciones en la piel graves si lo utilizan.
4.Tampoco en casos de vasoespasmos, problemas circulatorios o problemas cardíacos graves diagnosticados.
Debemos ser precavidos con el uso del hielo. Sigue las siguientes RECOMENDACIONES:
– Nunca uses directamente el hielo sobre la piel. Siempre utiliza una toalla o tela que se interponga entre el hielo y tu piel.
– Nunca superes los 40 minutos de aplicación, ya que podríamos crear una parálisis por frío y quemaduras cutáneas.
TERMOTERAPIA ¿Cuándo y cómo aplicar calor?
Podremos aplicar calor siempre que haya pasado la fase inflamatoria mencionada antes (tres días tras la lesión). El tiempo de aplicación será aproximadamente de 20 minutos.
Al aplicar calor estamos produciendo un aumento de sangre en la zona, una disminución de la presión arterial y un efecto sedante debido a la relajación muscular y alivio de la fatiga muscular.
Existen diferentes métodos de aplicación de calor como: mantas eléctricas, sacos de semillas, fangos, parafina, lámpara de infrarrojo, etc.
No existe gran diferencia entre ponerse una cosa u otra, ya que el calor que vamos a producir siempre va a ser superficial.
¿En qué lesiones puedo aplicar el calor?
Ten en cuenta que sólo se puede aplicar calor después de los primeros tres días en caso de:
- Contracturas
- Lesiones por esfuerzo
- Mala postura
- Rigidez
- Antes de entrenar (para aumentar la flexibilidad y evitar lesiones)
¿Cuándo no debo ponerme calor?
Es indispensable no aplicar calor en caso de:
- Existir una inflamación, es decir, si la zona está caliente, enrojecida e hinchada
- Durante los tres primeros días tras un golpe, esguince o fractura (ya que entonces la inflamación aún está presente)
- En casos de anestesia o alteración de la sensibilidad (deberemos tener especial cuidado por el riesgo de quemaduras)
- Procesos infecciosos, cardiopatías descompensadas, ni en caso de alteraciones de la tensión arterial como en hipotensión grave
– Precauciones que hay que tomar al utilizar calor en una lesión:
Deberemos tener cuidado a la hora de aplicar el calor, ya que podemos quemar nuestra piel sin darnos cuenta. Tenemos que notar calor intenso pero agradable y se recomienda revisar la zona al de un tiempo para comprobar que no se ha producido ninguna quemadura.
Uso de FRÍO y CALOR simultáneamente:
Seguramente has escuchado acerca de los baños de contraste, en los que se utiliza tanto el frío como el calor. Esta es una herramienta muy útil en esguinces, para mejorar la recuperación de fracturas y tras la inmovilización con vendajes o escayolas. Muy recomendable en el Suddeck. Se deben usar en la fase inicial de la rehabilitación, antes de los ejercicios.
No obstante, es necesario saber su aplicación correcta para favorecer la curación de las lesiones:
- Siempre debemos comenzar por el agua caliente. Ésta debe estar entre 38º y 44º y su tiempo de exposición será entre 4 y 6 minutos.
- El agua fría debe estar entre 10º y 20º y su tiempo de exposición no debe sobrepasar los 2 minutos.
- Terminaremos con agua fría en caso de lesiones que aún estén calientes y terminaremos con agua caliente en casos en que la lesión esté fría, rígida y más cronificada.
Conclusión:
- El frío debe aplicarse cuando una lesión se ha producido recientemente, es decir, durante sus primeros tres días, ya que se encuentra en fase aguda. Su aplicación debe ser de unas tres veces por diez minutos y con una duración entre cada aplicación de por lo menos dos horas.
- No aplicarse el frío después de la inflamación aguda, antes del ejercicio o en caso de hipersensibilidad al frío.
- No aplicar el frío directamente sobre la piel ni superar los 40 minutos de aplicación.
- El calor debe aplicarse después de la fase aguda, y con una duración de unos 20 minutos.
- No aplicar calor mientras exista una inflamación, es decir, la zona se encuentre enrojecida, caliente e hinchada, en casos de alteración de la sensibilidad o procesos infecciosos, cardiopatías descompensadas e hipotensión grave.
Esperamos haber aclarado tus dudas. Ahora, ¡a poner en práctica estos consejos!